Las alfombras proporcionan más que una simple función y son mucho más que una decoración o un adorno.
Las alfombras tejidas a mano cuentan una historia cultural. Hacen una declaración con historia que se remonta a través de siglos. El trabajo de estilos de vida y civilizaciones se comparte, hasta cierto punto, en alfombras artesanales hechas a mano por familias y comunidades de todo el mundo.
Como forma de comercio
Las alfombras tejidas a mano fueron un avance clave en la historia de la humanidad.
Dieron a las civilizaciones nómadas algo con qué comerciar, alimentando a estas poblaciones.
Las comunidades remotas que no necesariamente tenían una economía clara podían especializarse en el tejido de alfombras y atraer a comerciantes de todo el mundo.
Las rutas comerciales entre Asia y Europa se construyeron estrictamente para el comercio de piezas de arte textil, como alfombras artesanales hechas a mano .
Autoexpresión para los desfavorecidos
A lo largo de la historia, las personas que fabrican estas alfombras tejidas también han obtenido muchos beneficios.
Las comunidades de tejedores de alfombras cuentan sus historias a través de estos productos. Son autoexpresión, creatividad y conciencia en uno.
La mayoría de los tejedores de alfombras hoy en día, al igual que en el pasado, son mujeres. Para estas mujeres, es un empleo y una oportunidad de expresarse libremente mientras mantienen a sus familias.
Alfombras artesanales en prácticas religiosas
La historia de las alfombras está envuelta en prácticas religiosas, particularmente en la cultura islámica y budista.
Las alfombras persas y turcas se utilizan en la oración en el Islam. Las alfombras Khotan son utilizadas por los monjes del budismo.
Los seguidores cristianos también utilizan alfombras antiguas en los lugares de culto como parte de diversas ceremonias religiosas.
Sólo en los últimos dos siglos las alfombras artesanales llegaron a representar las bellas artes, la alta costura y el diseño de interiores.
¿Qué edad tienen las alfombras artesanales?
La alfombra más antigua de la obra es la alfombra Pazyryk, que se cree que data del 400 a.C.
Es por esta época cuando se mencionan por primera vez por escrito las alfombras persas. En estos escritos a menudo se hace referencia a las alfombras como un artículo de valor y una clave en la diplomacia.
Si avanzamos hasta el siglo XVI, aquí es donde las alfombras persas realmente se convirtieron en elementos de desarrollo económico. Durante este período, se fabricaban con materiales como lana de alta calidad, pelo de cabra, algodón, seda y también se utilizaban tintes naturales para alfombras para lograr el color deseado.
A principios del siglo XX, las alfombras artesanales habían adoptado muchos estilos únicos, desde imágenes indígenas más tradicionales hasta arte textil victoriano y escandinavo de clase alta, alfombras del norte de África y patrones de influencia marroquí, y más.
Desde estos otros períodos históricos, vemos las alfombras hechas a mano como algo así como una declaración de moda. Ahora hay costureras y tejedores de alfombras en todo el mundo que trabajan activamente en creaciones verdaderamente artísticas e impresionantes que se exhiben en hogares y empresas de toda América del Norte.
Hay una alfombra para todos. Los hay de todo tipo de formas, tamaños, colores, diseños y con distintos grados de elaboración.
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